Yo...
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA BLOGGERAS I'M SO SORRY :'(
I missed you a lot!
alkfjsoifjsiofjios Llevo unos días en los que NO PARO, no me da tiempo a conectarme a NADA y es un asco, porque no tengo tiempo para hacer el capítulo ( si quiera lo he empezado ._.)
Y bueno.... ME PASO TODOS LOS DÍAS DIBUJANDO SIN PARAR COSAS QUE NO SON PARA MÍ y eso me frustra bastante.
Antes, hacía un dibujo enserio cada mes, porque me apetecía, y les ponía muchas ganas y entusiasmo, pero ahora... Todos los estoy haciendo seguidos ya sean para cumpleaños, días de la madre,etc. Y los hago sin ganas, lo que hace que me queden peor...
lkajfdoisjafiosdjfiosafjoisjsoifajfoisfoisjos Se que hace ya bastante tiempo que debería haber subido capítulo, pero bueno, si no me da tiempo, difícil lo tengo... Os prometo que en cuanto pueda subiré (si es que me viene la inspiración).
Y bueno, ahora os dejo un relato, que tengo escrito desde el mes pasado xD
Una
suave brisa hacía que mi largo cabello recogido en una coleta se
moviera formando grandes ondas. No hacía frío. No hacía calor.
Aquel, era sin duda un tiempo perfecto para correr.
¿Quién
me iba a decir que algo que empezó cómo una simple distracción
acabaría convirtiéndose en mi obsesión?
Cerré
los ojos y sonreí, sin duda, él había tenido mucho que ver en mi
obsesión con correr.
Flashback
''Estaba
estirando, en un banco cercano a la pista en la cual solía correr
cuando sentí una presencia a mi lado. Giré la cabeza rápidamente
y me topé con unos preciosos ojos verdes que me contemplaban. Me
miró tímidamente y esbozó una leve sonrisa.
-¿Te
importa que estire aquí?-me preguntó-Los demás bancos están
ocupados.
-Mmm...No,
claro que no..Es decir,¡Sí! Digo... ¡No!-empecé a enredarme con
las palabras mientras mis mejillas se teñían débilmente de rojo.-
Bueno, ya me entiendes, que puedes estirar aquí.- dije finalmente
mientras soltaba un suspiro de alivio.
Él
soltó una pequeña carcajada y apoyó el pie en la parte baja del
banco, estirando los gemelos. Entonces, me di cuenta de que lo
estaba mirando fijamente y aparté la mirada rápidamente,
volviéndome a centrar en mis estiramientos. ''
Fin
del flashback
¿Quién
iba a decirme que aquel encuentro con el tiempo formaría una hermosa
y fuerte amistad? Continué andando hacía el parquecito en el cual,
solíamos quedar todos los martes y jueves para salir a correr
juntos. Seguía manteniendo esa sonrisa tonta en la cara, siempre
que iba a estar con él la ponía, no podía evitarlo.
Al
fin lo vi, el acababa de cruzar la puerta del parque, grité su
nombre para llamar su atención. Este se giró, arrugando la frente
de esa forma tan sexy que solo él sabía hacer. Entonces me miró y
me dedicó una radiante sonrisa, mientras se paraba en seco y se
sentaba en el bordillo que tenía justo al lado. Le devolví la
sonrisa y me pegué un pequeño esprin hasta conseguir llegar a su
lado. Él se levantó de un salto y me saludó como normalmente
hacía.
-¿Qué
hay enana?- dijo mientras me sacudía el pelo con cariño.
Le
di un puñetazo en el hombro suavemente.- ¡Y dale con llamarme
enana! Y yo me pregunto... Si no soy bajita, ¿porqué me llamas
enana?- protesté cruzándome de brazos.
Él
sonrió adorablemente y se colocó frente a mí mientras con sus
suaves dedos apartaba delicadamente un mechón de pelo de mi cara.
-Porque,
aunque no seas bajita, sigues siendo más enana que yo.- dijo
mientras me sacaba la lengua.
Alcé
una ceja y le di una colleja. - Idiota.- bufé.
Él
soltó una pequeña carcajada y se dirigió hacia la pista. Tardé
unos instantes en seguirlo para hacerme de rogar, pero, simplemente
la idea de estar lejos de él me horrorizaba, por lo que no tardé
demasiado en situarme a su lado. Este giró la cabeza y me dedicó
otra de sus fantásticas sonrisas. Me sonrojé y miré al suelo como
si hubiera algo que admirar en un asqueroso chicle que había pegado
en la pista. ¿Porqué tenía que ser tan jodidamente perfecto?
Empezamos
a correr, al principio entre bromas y estupideces que soltábamos,
pero con el tiempo, nos pusimos serios y nos pusimos a correr a la
par, sin hablar y concentrando toda nuestra atención en lo que
estábamos haciendo.
Me
dirigí a la fuente a beber algo de agua. Estaba sedienta... ¡Qué
narices1 ¡Sedienta es poco! ¡Me bebería el océano Atlántico
entero! Me agaché y empecé a beber de la fuente. Una vez terminé,
me sequé con la chaqueta las gotitas de agua que rondaban por mi
boca. Sonreí, satisfecha y me dirigí a la sombra debajo de aquel
árbol, en la que había dejado a Jack. Me sentía orgullosa, ya que
hoy al fin, había conseguido superar mi récord de 45 minutos que
consiguieron convertirse en 50. Aunque, lo mejor de todo fue cuando
él me felicitó y me abrazó por haberlo logrado. Solo el recordar
el suave cosquilleo de su pelo rozando mi mejilla hacía que mi
corazón latiera con más rapidez.
Lo
contemplé de lejos, estaba tumbado en el césped y sostenía algo en
las manos, se reía. Conforme me acercaba pude ver de que se trataba.
¡Mi móvil! Corrí lo más rápido que pude hasta llegar junto a
él.
Le
dirigí una mirada asesina.-Devuélveme el móvil.- dije en tono
cortante.
Él
escondió el móvil detrás de su espalda y alzó la mirada, como si
aquel asunto no fuera con él.
-¿El
móvil? ¿Qué móvil?- dijo haciéndose el tonto.
Me
tiré al suelo junto a él y me puse a sus espaldas intentando
recuperar mi teléfono. Este se dio cuenta de mis intenciones y
cambió de posición rápidamente observando la pantalla.
-Veamos...
Mmm... Paula tiene pinta de ser muy buena amiga tuya.- dijo
juguetonamente mientras marcaba teclas en el teléfono.
Abrí
los ojos como platos y me abalancé sobre él.
-¡NO!
¡Ni se te ocurra!- grité alarmada mientras movía los brazos como
loca intentando recuperar mi móvil.
Rocé
mi dedo sin querer, suavemente sobre su piel, provocando una fuerte
carcajada en él.
-¡Ajá!
Con que tienes cosquillas, ¿eee?- dije en tono malvado mientras le
atacaba a traición.
-¡No!
¡No tengo cosquillas!- protestó él entre risas- ¡Para! ¡Enserio!-
soltó de nuevo una larga carcajada.
Aproveché
el momento y rápida como una gacela recogí el teléfono que
descansaba sobre el césped.
Él
se dio cuenta de que lo había cogido y se abalanzó sobre mí.
Forceamos durante un rato entre risas, cuando, ambos nos miramos a
los ojos y nos dimos cuenta en la posición en la que nos
encontrábamos. Lo tenía justo encima mía, tan, cerca... Notaba
como sus rodillas rozaban mis muslos suavemente. Mi corazón latía
con fuerza ante aquella situación, ambos de repente estábamos
serios, simplemente contemplándonos. Nuestros rostros estaban
extremadamente cerca. Sus cortos mechones rubios, rozando mi frente.
-María...-susurró-
Tus ojos...Tienes unos ojos preciosos, ¿sabes?
-No
creo que tenga unos ojos preciosos, son tan, simples...Marrones...-
-No
entiendo como puedes decir eso, a mi me parecen hermosos.- dijo
mientras hundía la cabeza en mi cabello.
Mi
cabeza no acababa de asimilarlo, él acababa de decirme que tenía
unos ojos preciosos y ahora...Lo tenía justo encima mía, aspirando
el aroma de mi cabello.
-Me
encanta...Tu pelo es tan suave.-dijo mientras lo acariciaba con la
mano derecha.
Por
un instante mis ojos sintieron una fuerte atracción hacia sus
labios, sus perfectos y hermosos labios, que me llamaban a gritos.
Intenté resistirme, pero la tentación era demasiado fuerte, ¡lo
tenía encima mía! Le eché los brazos al cuello y lo besé. Pude
notar como aquel beso lo pillaba desprevenido, pero, para mi
sorpresa, no lo rechazó, de echo, lo acogió de buena gana,
delvolviéndomelo de forma intensa.
Despegué
mis labios de los suyos y empecé a jadear levemente, aquel beso me
había dejado sin aliento. Entonces él se volvió a agachar y empezó
plantar ardientes besos en mi cuello, haciendo que mis jadeos
aumentaran. Con mi mano libre, hundí mis dedos en su cabello,
acariciándolo con suavidad. Note como su mano se introducía debajo
de mi camiseta y empezaba a acariciarme el abdomen haciendo círculos.
Se me puso la piel de gallina ante el mero contacto de su mano con
mi piel. Él pareció notarlo y se detuvo, algo avergonzado.
-¡No!
¡No pares por favor!- le supliqué mientras dirigía su mano, de
nuevo hacia mi abdomen.
Él
me miró sorprendido y plantó un largó y sensual beso en mis
labios, consiguiendo de nuevo, dejarme sin aliento. Alcé las
piernas y las entrelacé al rededor de su cintura. Él sonrió
ampliamente y empezó a acariciarme los muslos con delicadeza, como
si de un tesoro se tratara.
Entonces,
después de unas ardientes caricias, nos dimos cuenta de lo que
estábamos haciendo y nos separamos de golpe. Notaba como mis
mejillas se sonrojaban a más no poder, lo miré sutilmente de reojo
y, para mi sorpresa, yo no era la única que se había puesto
colorada. Nos quedamos unos instantes en silencio, algo incómodos
ante la situación. De repente nos miramos y él esbozó una preciosa
sonrisa mientras se volvía ha acercar a mí. Se puso enfrente mía.
Lo contemplé y no pude evitar perderme en la espesura de sus
hermosos ojos verdes, que hoy veía más brillantes que nunca.
-Te
quiero.- dijo firmemente mientras se acercaba más a mí, dejando un
pequeño beso en mis labios.
A
pesar de la poca duración del beso, puedo asegurar, que lo disfruté
más que ninguno.
Bueno, este relato está inspirado en un sueño que tuve, lkafjsoijfoisajfoisjios empezó siendo corto, pero como veis, me acabó quedando bastante largo xD.
Quizás os parezca algo pasteloso pero es que, AWWWWW me apetecía escribir algo de amor, alguna vez, ya que mi último relato fue algo violento jajajaja
En fin, me voy despidiendo,
BYE BLOGGERAS,
OS AMO! ;)
PD: Os dejo a mi querido Bruno Mars de despedida, recuerdo que casi mato a mi hermana cuando dijo que cantaba mal.
MAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAARIE♥
ResponderEliminarCariñomío, amor bello! :D
TE EXTRAÑABA :'( Hahaha. ¡A mi tampoco me queda tiempo de nada! Tan siquiera y sé cuando fue la ultima vez que publique.... en fin, me estoy poniendo al día XD
Me encanto el relato. YO AMO BRUNO MARS. Es.... no sé, lo amo. Y esa canción es preciosa.
BESOTES♥