Ramón el gnomo

Hey!
Seeeh, esta página irá dedicada a mi querido gnomo mascota del blog, Ramón (muchas ya lo conocéis).
Bloggeras>>>>>>>>Ramón
(ok, presentación hecha)
Y esta es una foto de él:
¿Verdad que es la cosa más fea que habéis visto en vuestra vida? 
eeee! Habló la guapa
Calla gnomo ¬¬
En fin, en esta página os iré relatando aventuras de la vida de Ramón, para que lo vayáis conociendo mejor ;)

Ramón, aunque parezca algo extraño, en su infancia fue un gnomo adorable, simpático y guapo, realmente guapo, llevaba loquitas a todas las gnomas. 
Una tarde, en la Real Academia De Formación Gnomínica (R.A.D.F.G para abreviar) les encargaron, a los estudiantes una tarea, destinada, únicamente para los más valientes. Como no, nuestro perfecto Ramón, alzó la mano nada más oír la propuesta del profesor, ofreciéndose como voluntario. 
Caña de pescar, ropa adecuada, cebo y ¡chocolate que no falte! Ramón hacía la maleta mientras tarareaba felizmente una canción tradicional gnomínica. Aunque, probablemente, si en ese momento hubiese sabido lo que le esperaba en esa gran aventura, se lo habría pensado muy bien antes de ir...
Ya era la hora, en el grupo tan solo eran 10 gnomos (los únicos que habían querido aceptar la misión) guiados por un profesor de larga barba trenzada. Cruzaban el inmenso lago, tan temido en toda la capital, los estudiantes, se agarraban fuertemente a sus cañas de pescar mientras miraban de un lado a otro, asustados, aunque claro, todos menos nuestro querido Ramón, que estaba totalmente convencido de que todo saldría bien, nunca había fallado lo que se había prometido. Una sacudida, llantos de gnomos asustadizos, dientes, enormes dientes, y, una gran cola, golpeando la pequeña barca con fiereza. Ese era el gran monstruo que poblaba las pesadillas de los niños más pequeños, que aparecía en las leyendas urbanas que contaban los ancianos a sus nietos, el temido por todos...Aquel bicho no tenía nombre en concreto, normalmente, cuando hablaban de él le decían ''bestia'' o, los más supersticiosos lo llamaban ''el innombrable'' ya que pensaban que si le daban un nombre, este se aparecería ante ellos. 
Los gnomos más desesperados, se tiraban al mar e intentaban huir de allí, pero nada servía en esa lucha, el monstruo era rápido, ¡y tanto que era rápido! Se movía a la velocidad de la luz y, siempre conseguía comérselos a todos antes de que estos pudieran llegar a orilla.
Todos los de la barca estaban heridos, incluso nuestro intrépido Ramón, que contaba con un enorme mordisco en el brazo.  
Entonces, todo se volvió oscuro y cayó rendido al suelo, inconsciente.
Abrió los ojos lentamente, ¿dónde estaba? No recordaba muy bien lo ocurrido unas horas antes, tan solo tenía recuerdos incompletos y borrosos, muy borrosos. Se frotó las manos, algo en él había cambiado, se sentía muy raro, de repente, más borde, algo que él nunca había sido y tenía ganas de soltar tacos e insultar al primero que pasara... ¿Porqué estaba teniendo esos pensamientos? Él, precisamente él, que siempre había sido tan amable y respetuoso, ¿qué le estaba pasando? Se levantó a duras penas del suelo y se arrodilló a orillas del mar, para echarse algo de agua en la cara y entonces...Soltó un grito de sorpresa, ¿quién era aquella horrenda persona que lo observaba desde el mar? Y, al cabo del tiempo, calló en cuenta, de que, aquella persona, era, nada más y nada menos..Que su reflejo.

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Así fue como lo conocí: 

Ramón Ramonero Ramirez,nacido en Gnomolandia,32 de Agosto de 3012.
Ramón,a pesar de ser gnomoniano por nacimiento,se mudó a duendelandia,ya que de allí provenía su mujer,Ramona,y sus tres hijos,Ramoncito,Ramino y Ramín. Vivían en una pequeña casa,con las cosas justas para poder sobrevivir,pero,aun así,un fuerte lazo unía a esta peculiar familia (o eso pensaba Ramona). Por lo visto Ramón,llevaba meses preparando abandonar a su familia y salir de aquella pobreza,al fin,la vino la oportunidad...Su mujer le mandó a llenar el retrete de aguay aprovechó para fugarse,construyó una barca con trozos de zanahoria y surcó los mares de chocolate mientras usaba una barrita de caramelo como remo.
Navegando y navegando,llegó de nuevo a su ciudad natal,Gnomolandia,fue a visitar a su familia,con intención de que estos le acogieran,pero las cosas no le salieron como esperaba.
Su familia nada más verlo,lo miraron con asco y lo echaron de casa con la escusa de que no lo querían y que olía a duende.
Ramón cabizbajo recorrió mar y tierra en busca de un lugar en el que poder quedarse,se topó con dragones,brujas,pinguinos...Todos tenían algo en común: se lo querían comer,por eso Ramón perdió una oreja y medio brazo en su viaje.
Finalmente,llegó a un lugar desconocido para él:LA GRAN CIUDAD,donde habitaban los temibles humanos.
Ramón andaba por las calles a sus anchas,aunque,los humanos,al no verlo,se lo llevaron por delante un par de veces. Ramón tenía hambre,a si que fue a el supermercado a comprar zanahoria en palitos,y allí se encontró con una chica rubia,que estaba comprando exactamente lo mismo que él,se metió en su bolso sin que ella se diese cuenta. Al llegar a casa,la chica se dió cuenta de que había un gnomo en su bolso y cogió una escoba para atizarle con ella,pero entonces llegó su GUAPISIMO novio de preciso pelo,unos ojos claros que te cagas,su sonrisa que iluminaba toda la habitación y...AWWWW ¡QUÉ BICEPS!
En fin,que su novio,era muy buena persona y convenció a María para que no lo matara a escobazos y se lo quedara como mascota.

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